23.8.12

Arturo Cordero: Pionero en México de la música clásica de la India. Retorno a la Fuente.

Arturo Cordero Tabla Indú y Sarod

Dos vertientes: Pionero en México de la Música clásica de la India y Pintor. He hablado pocas veces con él, conozco su enseñanza y su trabajo por medio de uno de sus jóvenes alumnos. Quizá el arte genere esta suerte de anulación del tiempo, a propósito del llamado “grado cero” de la pintura que abordaron artistas como Pollock o Rothko a finales de los 40´s. Quizá, también, hay un punto donde todos los autores se vuelven contemporáneos y, de alguna forma, los procesos de creación nos conectan con las diversas temporalidades. En su estudio, de la misma manera, ahora entiendo que una charla puede ser una obra en potencia, un enlace místico, en la vibración de toda nuestra personalidad histórica:


La Pintura

Poder pintar estos elementos espirituales, en cuestión del tema, es una consecuencia de la disciplina del dibujo.  Trabajé con un muy buen maestro. Tuve esa suerte, como a los catorce años, de conocerlo por una vecina y lo recuerdo mucho aunque no sé ya de él. Sucede que por ese entonces me dio fiebre reumática y tuve que dejar de ir a la escuela por lo que mis padres me pusieron a ese maestro de dibujo. Para mí fue un boom por los concejos que me dio. Hay veces inclusive que me he cuestionado si esto es lo mío, pero indudablemente creo que lo es, vamos, si no lo hago me empiezo a poner mal. Llevo 50 años pintando.

Más que sentirme pintor es hacer conciencia de que se me dio el don de la pintura, y me digo   -ok, ahora qué vas a hacer con él. Siento que hay una fuerza creadora que se está manifestando constantemente y necesita del elemento humano, el medio humano, para seguirse manifestando. Pero ella es la que hace el trabajo, uno nada más es el instrumento y me parece que tenemos que estar afinados como tal. Eso lo entendí desde muy joven. Afinados con esta fuerza creadora, inagotable. Pero es complicado porque somos seres que tenemos que ponerle nombre a todo aunque eso está más allá, es inefable. 
Arturo Cordero pintor

Tenemos que admitir que estamos viviendo la época de las adicciones, de todo tipo, las adicciones del espíritu, y es problema mundial. Hay muchos intereses de por medio, ¿sabes?, y de alguna forma hablo de mi experiencia y eso es lo que pinto. Hay cosas que me han hecho sufrir mucho y yo hablo de cómo hice para salir del problema, lo que no quiere decir que le sirva a todos, pero sí parte de un principio de fe. Y por qué. Porque la gente está aislada, muy sola y no fuimos creados para estarlo. Mi búsqueda es atacar de raíz ese problema, por ello si me preguntan que dónde estudié, que cuáles son mis influencias; ya no me interesa. Me importa eso que es actual. El proceso de darme cuenta qué es lo ilusorio en la vida, en mi vida, y qué lo real; es algo que he ido encontrando en la medida de mi disponibilidad […] ¿Acaso no has pensado que estuviste aquí en otras vidas? Y quiere decir que si seguimos aquí es porque no hemos alcanzado el estado, todavía no, todavía se nos necesita aquí. Y lo que encuentro es un mundo con una gran riqueza pero con un gran vacío también. Mientras unos van más adelante otros van más atrás, y pienso que uno debe ser la neta con uno, con sus limitaciones, con sus dones; hacer consciencia de sí mismos.

Arturo Cordero pintor

Vengo de la generación de los 60´s, la sicodelia, los movimientos sociales, y por ahí de 1969 me fui a España y estuve hasta 1974. Trabajaba y me conectaba con los pintores, llevaba una vida muy diferente a la que vivo aquí. Conocí a grandes camaradas de la pintura, “artistazos”. Aquí también los hay, pero en España son más comunes los encuentros con ellos. Definitivamente esa estancia me ayudó a definir y a trabajar mi obra […] La Ruptura fue muy determinante, la pintura en México antes era política, nacionalista, de cuestión social y así; y pintores como Tamayo dijeron -ni madres, la pintura es más que eso; y ayudaron a echar abajo el concepto de que la pintura tenía que estar al servicio de lo social y lo revolucionario. A mí me tocaron los Beatles y el LSD que terminó de transformar todo eso. Eran muy buenos años y por estar metido en ellos, se convirtió en un momento de transición importante en mi vida. Lo que vendrá a explicar esta búsqueda personal por darle un verdadero sentido a mi existencia, con mi origen, con mi fuente […] Hay gentes que tienen la capacidad de estar en muchas cosas, mi naturaleza no es de esa índole, yo me tengo que dedicar a ciertas actividades y hacer un oficio de ello, porque ahí encuentro mucho […] Soy como una cámara, aprendo de todo; ese espíritu que se manifiesta a través de las personas me gusta absorberlo. He analizado muchas obras, dibujantes sensacionales e inclusive los del cómic, que están gruesos. Así también quiero hacia con mis cuadros, que sirvan, que se expandan como lo hacen otros en mí […] Siento que esa fuerza creadora se está manifestando pero sobre todo con los que quieren prestarse a. Si tú antepones la lana, entonces estás eligiendo por ella. No quiere decir que la lana sea mala, si te pagan un cuadro, si viene aquí alguien y me dice -cuánto quieres, me gusta ese cuadro;  se lo vendo. Y me siento bien pero no es la finalidad pues entonces se pierde, entonces no pintaría lo que pinto, ya que al pintar esto se requiere mucho tiempo.


Del Erotismo y La Mujer

Cuando estás con la pintura, estás con ella, y necesitas tu intimidad para estarlo. Encontrar el estado de flujo en el que pierdes la noción del tiempo: eso es lo que yo quiero compartir con los chicos, que para ser útil en este mundo tienes que hacer lo que te gusta, vaya o no con el sistema. No lo llamaría propiamente mi legado, sino un reflejo de lo que pasa, por eso estamos tan madreados: porque hacemos lo que no nos gusta; y los que no le entraron al juego, pues marginados -Ahí a ver cómo le haces cabrón, ya que te mueras y demuestres que sí, te hacemos homenaje; qué absurdo […] Y bueno, me han censurado cuadros: en exposiciones, galerías, me han corrido de casas –no mano, eso no lo podemos exhibir. Y debo reconocer que uno tiene que cuidarse, uno no puede prestar sus obras a cualquiera […] Yo soy muy pasional. Para mí la mujer ha sido “uff”, soy Leo, así que verás mucho de ello en mis pinturas. Todas las modelos, todas las chicas que me han posado han sido muy generosas. Siempre me he ligado sentimentalmente con ellas porque es algo inevitable. Encontrarte con una mujer desnuda en tu estudio es muy tentador, pero tiene que imponerse la disciplina, digo, me han pasado muchas cosas pero vas aprendiendo a ver a la mujer como una revelación donde también se sabe hasta dónde. Templos vivientes que son un misterio y a los que respeto mucho […] La mujer es un tema muy importante, todas son maestras, y te dejan hasta un punto, y se van. Te dan lo necesario, te hacen ver cómo estabas y dónde estás ahora. No trato de imponerlo, claro, hablo de mi experiencia. Pero todas ellas son maestras, aunque también las he idealizado mucho, y son seres humanos […]  El cuerpo es muy bello, pero él nos está diciendo constantemente que no es para siempre, es un momento nada más, que lo que anima al cuerpo es otra cosa: el espíritu. Si no hay ese espíritu, el cuerpo cae desplomado. Y eso es lo que yo propongo en mis pinturas, que observes más allá del cuerpo. Al igual que la última vez que vi a cierto amigo español: me fue a buscar muy temprano y le dije –qué mirada tienes, como si no estuviera aquí tu mirada; y respondió –no ven, pero escuchan. Y se murió a los pocos días […] Debo admitir que las mujeres, a veces, me dan un poco de miedo porque ya saben lo que piensas, tienen esa agudeza. Como son las inventoras de la palabra, las inventoras del lenguaje; poseen esa suerte de claridad y enfatizan muy bien cada cosa. Eso a mí me cuesta […]  Lo que sucede es que ellas representan ese complemento. La fuente es tan grande que un hombre no puede contener todo lo que es, entonces tiene que manifestarse en el ser femenino que todos tenemos. Venimos de esa parte por igual. 


La Música

De la música clásica de la India soy un admirador y me gustaría compartirlo con los jóvenes porque es una disciplina sorprendente […] No sé por qué razón siempre he estado cerca de ellos, tal vez una parte de mí se niega a envejecer aunque todo el resto sí lo va aceptando, pero hay una porción de uno que es eternamente joven y si pierdes eso, pierdes ese sentido que se convierte en el inicio del declive. El secreto es estarse renovando a nivel interior constantemente. No claudicar en un sistema de pensamiento ¡no! como va llegando. Hay procesos que tardan más, lo he visto, hay personas que son inflexibles y así se mueren. Pero el chiste es de valorar esa gran oportunidad de estar, y claro, depende de cómo te prepares y el discernimiento que tengas. Si llega una paloma a mi estudio no la quieras agarrar de golpe, inspírale confianza y se va a acercar más para que puedas contemplarla y decir -wow, qué maravilla, qué regalo de este momento; porque es como una visita del espíritu: todos lo son.

Siempre me han gustado las percusiones y tocaba el bongó y las congas. Desde muy temprana edad, como a los dieciséis, ya empezaba yo a escuchar discos y a juntarme con algunos grupos. En aquel entonces estaba la Rumba muy de moda. Y así me inicié, pero también estaba la euforia de los Rolling Stones y los Beatles, y como joven me interesaba, pero aun en ese entonces no era completamente consciente de quiénes eran, porque estaba cruzando mi desierto: una época de mucha confusión. Claro que en un momento tuve que tomar una decisión: con la Rumba salían las tocadas, era mi conexión con el público y el grupo; pero era convivir con personas que no estaban buscando lo que yo. La otra música me hablaba de un cambio, de meterte un ácido, de abrir esa puerta, y lo hice. Me sentí muy vinculado, muy en la corriente que se estaba dando en ese momento determinado de la historia, ese despertar de la juventud, esa resistencia interior ante un sistema muy deteriorado, que era ya hacia los finales de Díaz Ordaz.

Arturo Cordero pintura y música

Arturo Cordero el financiero

De los Ragas / Música Clásica de la India

Mi primer encuentro con la música clásica de la India fue a través de Revolver, posteriormente con el Sargento Pimienta. Después de ellos me fui directo a esa música y venturosamente me encontré con la oportunidad de escuchar un disco de Ravi Shankar, que tiene un espléndido solo de tabla. Cuando la oí por primera vez quedé tan impresionado, quería saber de ella, y se volvió tal obsesión que fui capaz de viajar a la India para descubrirlo, porque nadie podía darme información. Posiblemente en Londres, claro que sí, y en Estados Unidos porque tenían todo lo que querían en ese entonces, sobre todo con el movimiento hippie; pero donde yo estaba eran pocos, apenas se estaban iniciando. Así que llegué hasta Calcuta conociendo a maestros, que sigo admirando mucho aunque no estén en este plano, su labor estaba íntimamente relacionada con la disciplina y el amor al instrumento. Además de que podía emplearse para lo devocional, para lo clásico, para lo popular teniendo muchas posibilidades […] Mi vida en India fue de puro aprendizaje, para mí es de los pocos lugares que quedan espirituales en el mundo, aunque ha cambiado mucho seguramente desde que la conocí. Vi la pobreza -que también aquí es un problema grueso- y la cuestión de las castas que marginaba a personas por el resto de sus vidas. […] El acercamiento fue allá, pero aquí es donde he aprendido mucho. Mi paso en realidad fue breve y no te revelan tanto porque te acaban de conocer, y para ellos es su cultura. Por eso he dedicado mucho tiempo a su aprendizaje, por puro amor al instrumento […] Soy pionero en esta música aquí verdaderamente, pero aunque no te llevas nada al final lo puedes transmitir. Por eso una de mis metas es el poner una tienda de instrumentos hindús; pues muchas veces el problema es que los músicos no saben dónde comprar y de buena calidad. La idea es que se difunda.

No creas que el aislamiento lo considero en mi vida, digo, ojalá fuera yo más sociable; pero mi labor requiere de tranquilidad. Gracias ahora que lo veo de manera diferente pues me han puesto en un lugar para que yo realice determinado trabajo. Así como en India cuando tú vas a donde hacen instrumentos: el que se encarga del grabado del sitar lo tienen en un lugar aparte, que no se distraiga. Quien hace el armazón, la madera y las clavijas: son chavos que están destinados a hacer esa parte más grupal, en un taller.

En esta música si no tocas con el sistema de ellos, realmente te pierdes de mucho. Es una disciplina que te agudiza en varios sentidos. Ellos vienen trabajando algo que no han perdido durante cientos de años, y es que te conecta. Te da la oportunidad -si tienes la sagacidad y la sensibilidad- de llegar a puntos increíbles, interpretándolos bien porque; si tocas esta música ahí como la vayas sintiendo, pues no. Es una estructura, una disciplina muy beneficiosa ya que ellos la desarrollan desde muy temprana edad. Esos niños son my diferentes a otros del mundo porque cargan una matemática, quizá más sagrada, que se traduce en sus vidas […] Siempre habrá músicos autóctonos que te dan quince vueltas. Estos son instrumentos muy difíciles y no hay que pretender nada, por eso es que me considero aficionado, lo importante es hacer el contacto con el instrumento y crear un vínculo donde tú le dedicas tiempo y él te responde revelándote las posibilidades que tiene; y te das cuenta que es tan diferente a lo que te ofrece el Sistema, que se vuelve una adicción sana: algo que te pide el espíritu y dice –sígueme dando eso que no encuentro en otro lado, méteme en esa atmósfera musical, esa disciplina; y vas haciendo más fuerte ese algo que va permeando en tu vida o vas conociendo personas interesantes. Esto es energía, vibración que estás emanando.



*Entrevista publicada en: 
  El Financiero - 22 de Agosto del 2012
  [Radiador] - No.1, Septiembre de 2011